Una imponente Iglesia que parece una Catedral
Simultáneamente con la fundación de Castro, como siempre sucedía por aquellos años en la creación de diferentes localidades, se inicia la construcción de la que posteriormente sería su primera Iglesia y llevaría el nombre de Santiago Apóstol.
La misma sufrió dos incendios provocados por piratas siendo sucesivamente reconstruida hasta que quedó destruida totalmente allá por 1772 y la iglesia principal fue la modesta Capilla construida en 1608 por los jesuitas.
Luego que los mismos fueran expulsados de América la ocuparon los franciscanos que llegaron en 1768 y a su lado se erigió la pequeña Iglesia de San Francisco. La construcción iniciada en 1910 estuvo a cargo de un Arq. Italiano llamado Eduardo Provasoli, en tanto que la carpintería realizada por artesanos de la zona estuvo a cargo de Salvador Sierpe, conjugándose los estilos neogótico, clásico y chilota realizada con madera de la zona como el ciprés, el alerce y las maderas coloradas. Su fino trabajo de ebanistería se encuentra recubierto en madera de raulí y olivillo recubriendo, los altares, el coro y los arcos, en tanto que la fachada, el techo y el exterior están recubiertos en hierro galvanizado.
