El Cristo de Mijarán, lo más preciado del valle
Si por algo es famosa la iglesia de Sant Miquèu de Vielha es por albergar la escultura más preciada y emblemática de todo el valle: el Cristo de Mijarán. Dada su "agitada vida de viajes y aventuras" no es de extrañar que esté incompleta... Originariamente se encontraba en la Iglesia de Santa María de Mijarán, pero ésta fue destruida y expoliada durante la Guerra Civil. En 1940, tras ser localizado en Suiza, regresó de nuevo al Valle de Arán.
A pesar de que sólo se conserva la cabeza y el torso, la talla policromada del Cristo de Mijarán está considerada una de las piezas más importantes de la escultura románica catalana. Formaba parte de un conjunto escultórico de un Descendimiento, obra del Maestro de Erill a Vall (a quien también se atribuye el magnífico Cristo de Salardú).