Los jerónimos de Lisboa, y los de Zaragoza
La Guerra de la Independencia dejó en Zaragoza una huella muy profunda y difícil de borrar. Una de las consecuencias fue la pérdida de una parte muy importante de nuestro patrimonio. Más de treinta monasterios quedaron arruinados después de los Sitios, y aunque muchos se hubieran podido reconstruir fácilmente la situación económica no lo permitió y la mayoría acabaron tirándose.
De todos, el más espectacular era una fundación real (del padre de Fernando el Católico, Juan II): el monasterio jerónimo de Santa Engracia. Por grabados y cuadros antiguos sabemos qué aspecto tenía, y era verdaderamente espectacular. Eso sí, no todo desapareció: queda una estupenda portada de alabastro que aún podemos ver. ¿Queréis saber más sobre aquel lugar? Pues entrad en
'https://bit.ly/nnbbi9'