The Blue Church

El más atractivo edificio de estilo “art nouveau” de Bratislava es oficialmente conocido como la Iglesia de Santa Isabel de Hungría, pero comúnmente se denomina simplemente como “la Iglesia Azul”. Su estilo, conocido también como “art nouveau húngaro”, se repite en el edificio de la cercana escuela primaria en la calle Grosslingova. Ambos fueron diseñados por el arquitecto de Budapest, Edmund Lechner, y construidos a principios del siglo XX (la iglesia fue consagrada el 11 de Octubre de 1913). Está bastante escondido, o más bien separado de las rutas turísticas de la ciudad, pero me hubiera dado mucha pena irme de la ciudad sin verlo, sobre todo por la personalidad de la construcción. No sólo destaca por su color y sus formas, sino que su viveza y claridad exterior chocan de manera brutal con varios edificios de la era soviética más rabiosamente comunistas que la rodean. Lo mejor de todo es que se encuentra en un espacio entre varias manzanas de casas, que han creado un espacio a su alrededor que parece arroparla y permite que se puede contemplar en todo su esplendor.

En la que se ven casitas, bares y tiendas de colores con tonos pastel a punta pala.

Las iglesias de la capital eslovaca, sin embargo, son, en su gran mayoría, edificios que no destacan por sus gran variedad de colores. Suelen tener paredes de piedra y techos con algún colorín entremezclado con detalles ornamentales dorados.

La única iglesia de Bratislava que rompe un poco con esta hegemonía balcánica y soviética es esta pequeña iglesia azul por fuera y con detalles azulitos en su interior.

Mi hermana ya me había hablado de la iglesia mientras nos dirigíamos hacia allí, pero la sorpresa fue igual de gratificante al ver tan original edificio que se camuflaba con el cielo. No solo resalta su azul cielo sino sus formas redondeadas y su interior, del mismo estilo, predominando el blanco.

Aunque esta un poco alejada del centro, no tardas mucho en llegar andando (la ciudad en sí no es tan grande como para cansarte!) así que ésta debe ser una visita obligada aunque no tengas ninguna relación con el mundo religioso.

En realidad se llama Santa Isabel en honor a una princesa húngara. Es de estilo art nouveau. Esta muy escondida. Es muy curiosa esta pintada por dentro y por fuera de color azul. Y su torre parece un minarete.

Al ir llegando, delante nuestro Iba un grupo de turistas con una guía y lo que escuchamos fue lo que nos indico que el camino era el correcto.

¡¡¡ AAAAHHHHH !!!

Eso es lo que genera cuando viniendo del centro de la ciudad, uno dobla y se encuentra con la silueta de ella

Merece la pena acercarse x su vistoso y original color.