Un lugar lleno de magia...
La Basílica de Santa María en Trastevere encierra una leyenda a la altura de los grandes monumentos de la humanidad. Cuentan que en el lugar conocido Fons Olei (hoy día indicado en el presbiterio de la basílica), brotó de la tierra un chorro de aceite mineral que los antiguos cristianos interpretaron como el anuncio de la llegada de Cristo, el Ungido.
Por este motivo se construyó en el año 340 la que sería la primera iglesia oficial de Roma, aunque no fue hasta el siglo VI cuando se dedicó a María.
La Basílica de Santa María en Trastevere fue reconstruida en gran parte en el siglo XII, usando el mármol de las Termas de Caracalla, también se construyó el bello campanario que tiene 4 campanas.