No te pierdes los frescos por dentro.
La Iglesia Rusa de Sofia es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad debido sobre todo a su arquitectura fantástica de azulejos verdes y cúpulas bulbosas doradas.
Fue construido a principios del siglo XX por la embajada Rusa sobre los restos de una antigua mezquita tras la expulsión de los otomanos por el ejército Ruso.
La verdad es que la iglesia llama la atención bastante - que sensación ver una iglesia tan divertida y caprichosa entre los edificios decadentes de Sofia.
Por dentro, está totalmente cubierto en frescos por la misma artista que se encargó de los frescos en el Catedral de Alexander Nevsky (está prohibido sacar fotos por dentro pero confía en mí que están espectaculares). En contraste con muchas de las iglesias de Sofia, los frescos de la Iglesia Rusa tienen un estado de conservación buenísima - relucientes y coloridos, nada ensuciados por años de humo de velas e incienso.