Chris Pearrow
Santa Maria sopra Minerva
Es una de las muchas joyas escondidas que se encuentran en Roma, un auténtico tesoro de arte e historia que se encuentra en relativamente pocos itinerarios turísticos. Situada a la vuelta de la esquina del Panteón, Santa Maria sopra Minerva es famosa sobre todo por ser la única iglesia gótica de Roma y por albergar la tumba de Santa Catalina (curiosamente, su cabeza está enterrada en otro lugar). También cuenta con una de las obras menores de Miguel Ángel, la estatua del Cristo de la Minerva, así como los frescos impresionantes de Lippi en la Capilla Carafa.
Sin embargo, lo que realmente destaca de Santa Maria sopra Minerva son los colores.
Mientras que la mayoría de las otras basílicas de Roma están decoradas con mármol sombrío u oro, Santa Maria sopra Minerva reluce con su techo azul brillante, frescos vivos y detalles en rosa y oro. Inicialmente, metí la cabeza por la puerta para echar un vistazo, pero estaba tan sorprendido por el interior que tuve que entrar a explorar. Si solo estás en Roma por un par de días, entonces no diría que Santa Maria sopra Minerva es un imprescindible. Pero si tu estancia en Roma es más larga, realmente vale la pena visitarla si estás explorando la zona alrededor del Panteón.
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