E.Sonia Requejo Salces
Una joya por descubrir ¡
Una bonita estación , la primavera para recorrer durante un mes parte de las islas del Mar Egeo , comencè por el grupo mas alejado " Dodecaneso , que significa 12 islas " al sureste , a un kilómetro de la frontera con Turquía .
Una isla desada y conquistada por tantos , que a nada esta de pasar de manos ¡ todo dependera de que no disminuya su natalidad , que su población no baje de 200 habitantes ! Así que hay están ; conviviendo griegos - italianos .
" Kastelorizo " nombre que adquiere bajo dominio Bizantino , una pequeña isla griega de la cadena maravillosa del Dodecaneso de 9 Km junto a sus dos islotes " Ro y Strongili ".
Un bello lugar del Mediterraneo cuya capital es Rodas o Rodos en griego , desde que los Caballeros de San Juan de Jerusalen la conquistarón en 1.306 .
Se puede llegar desde Rodas en avión o barco , mi opción en avión ya que al ser temporada baja hay pocos horarios aun .Ya en su diminuto aeropuerto , nos vemos con un solo taxista para los servicios , así que decidimos compartir taxi .
Segun te vas aproximando captas la tramquilidad del lugar , sus pocos habitantes , su sosiego , su calma , permite de continuo escuchar el ruido del mar rebotando en los muros del puerto , barcos y aceras del puerto .
Una visión inolvidable , un rincón de ensueño para unos días que con los tonos de sus casas neoclasicas , reflejandose en el mar bajo la luz del sol , siempre lo recordare ¡ Que paz , que relax y tramquilidad , tal vez no ¿ para unas largas vacaciones , dado sus poquitas actividades y sus altos precios ?
Megisti , el único pueblo del puerto con una preciosa forma de herradura a la que se asoman sus casas en tonos pasteles , aun otras por reconstruir y en un extremo su mezquita , abigarrada entre casas bajo la protección de las ruinas del Viejo Castillo en lo alto .
Ya en el puerto una sola calle estrecha , recorre el perímetro de Megisti , por ella transitamos todos y y a media mañana aun se estrecha mas , por las mesas de los bares y restaurantes justo al borde .
Autenticas maniobras hace el único taxista de la isla , para no tirar las mesas al mar de un azul cobalto increíble o cuándo pasa frente a la lonja con las actividades cotidianas de la venta del pescado .
Fueron unos días de dejarse contagiar por su sosiego y relax , su luz , de paseos hacia la montaña con unas vistas increíbles . Su monasterio en rehabilitación , junto a bumqes de la segunda guerra mundial y ese barco de la armada en el puerto de Megisti que solo la abandona cuándo se retira para que pueda entrar el barco de turismo y de vuelta en su bonito enclave .
Un pequeño rincón inolvidable en el Mediterraneo , al que cuesta llegar . Pero que una vez allí ¡ el esfuerzo merece la pena , sin duda ! Un lugar con encanto .
Se puede llegar desde Rodas en avión o barco , mi opción en avión ya que al ser temporada baja hay pocos horarios aun .Ya en su diminuto aeropuerto , nos vemos con un solo taxista para los servicios , así que decidimos compartir taxi .
Segun te vas aproximando captas la tramquilidad del lugar , sus pocos habitantes , su sosiego , su calma , permite de continuo escuchar el ruido del mar rebotando en los muros del puerto , barcos y aceras del puerto .
Una visión inolvidable , un rincón de ensueño para unos días que con los tonos de sus casas neoclasicas , reflejandose en el mar bajo la luz del sol , siempre lo recordare ¡ Que paz , que relax y tramquilidad , tal vez no ¿ para unas largas vacaciones , dado sus poquitas actividades y sus altos precios ?
Megisti , el único pueblo del puerto con una preciosa forma de herradura a la que se asoman sus casas en tonos pasteles , aun otras por reconstruir y en un extremo su mezquita , abigarrada entre casas bajo la protección de las ruinas del Viejo Castillo en lo alto .
Ya en el puerto una sola calle estrecha , recorre el perímetro de Megisti , por ella transitamos todos y y a media mañana aun se estrecha mas , por las mesas de los bares y restaurantes justo al borde .
Autenticas maniobras hace el único taxista de la isla , para no tirar las mesas al mar de un azul cobalto increíble o cuándo pasa frente a la lonja con las actividades cotidianas de la venta del pescado .
Fueron unos días de dejarse contagiar por su sosiego y relax , su luz , de paseos hacia la montaña con unas vistas increíbles . Su monasterio en rehabilitación , junto a bumqes de la segunda guerra mundial y ese barco de la armada en el puerto de Megisti que solo la abandona cuándo se retira para que pueda entrar el barco de turismo y de vuelta en su bonito enclave .
Un pequeño rincón inolvidable en el Mediterraneo , al que cuesta llegar . Pero que una vez allí ¡ el esfuerzo merece la pena , sin duda ! Un lugar con encanto .
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