De no estar a hora y media en barco de...
De no estar a hora y media en barco de Santorini, la isla de Milos sería sin duda un destino turístico de primer orden en el archipiélago de las Cícladas. Al igual que su famosa vecina, Milos es de origen volcánico, circunstancia que le proporciona alguna de las playas más increíbles de todo el Egeo. Afortunadamente para los que la visitamos, esta cercanía a la glamorosa y ciertamente más espectacular Santorini hacen que Milos aún conserve un ritmo de vida definitivamente griego… y precios más modestos, porque no decirlo.
La vida de Milos se reparte entre sus dos pueblos principales: El encantador pueblo de Plaka, en el punto más alto de la isla y Adamás, su principal puerto. El resto son kilómetros y kilómetros de litoral semidesértico, con espectaculares playas repartidas aquí y allá y pequeñas calas de pescadores excavadas en la roca. Definitivamente, Milos da para varios días de estancia.
Una nota curiosa, la habitante más famosa de la isla, la Venus de Milos, ya no vive allí, sino que se mudó a finales del siglo XIX a París, donde reside actualmente en una de las galerías del Museo del Louvre. Será que se cansó del moussaka, o algo por el estilo… ;-)