Un gran historia en una pequeña isla.
Sirvió de muelle para los primeros galeones españoles que llegaban al puerto de Veracruz, y hacia 1535 se inició la construcción de una fortaleza que posteriormente serviría de cuartel general, cárcel, edificio de gobierno, museo y sede del ejército mexicano. Se trata de la Isla de San Juan de Ulúa, llamada así por la palabra acolhua, nombre de una tribu indígena que los españoles no supieron pronunciar.
Actualmente el islote y su fortaleza es visitada por los turistas que cautivados por las historias de sus paredes acuden diariamente. Piratas ingleses, soldados franceses y norteamericanos, ladrones y hasta una mulata que cuentan que escapó a través del dibujo de un barco en la pared, han sido testigos del acontecer de este edificio y de su isla.