El Paseo del Parado suele estar repleto...
El Paseo del Parado suele estar repleto de turistas que se mueven entre los museos que une esta calle y el Parque del Retiro; por eso no me sorprendió en principio que se me echaran encima de espaldas, ocupando toda la calle, como alejándose para que entrara en sus cámaras algo exageradamente tosco.
Y entonces lo vi. Sus hileras de arbustos, sus formas y colores a lo largo de toda una fachada de altura, su olor a fertilizantes naturales (¡benditos eufemismos!); aquello que se alzaba ante mí magnánimo era un jardín vertical, imaginado, construido y mantenido por los jardineros de la Fundación Caixa Forum que lo eligieron para ajardinar su entrada.