Jardín de la Menara

El Jardín de la Menara es un gran terreno con miles de olivos plantados en fila, y en medio hay un estanque y una edificación a su par. El Jardín está comunicado con Marrakech Medina (el centro de Marrakech) por una carretera en línea recta, el cual parece interminable pero que se puede recorrer fácilmente a pie (a no ser que tengas babouches nuevas y el pie lleno de callos...).
El Jardín tiene una entrada con una cancela que cierra por las noches. El estanque era y es usado para regar los olivos y demás plantas y árboles presentes. El agua que ahí reposa es traída desde el atlas, y sirve para abastecer todo el cercado. El pequeño edificio que está en el jardín está justo al lado del estanque y está bastante bien conservado aunque ya no se le da ningún uso. Tiene 2 plantas y alberga únicamente 2 habitaciones si no recuerdo mal. Antiguamente se dice que le Menara era un lugar de descanso y de encuentros amorosos de los altos mandatarios de la ciudad. Hoy en día siguen reuniéndose ahí parejas y grupos de amigos para pasar la tarde.

Los Jardines de la Menara, espejo del Paraíso musulmán en la tierra. No cuesta mucho imaginarse como fueron en sus momentos de gloria y esplendor, cuando los gobernantes de Marrakech lo dotaron de todos los lujos y avances tecnológicos.
La verdad es que la escenografía impresiona. Un estanque de 200 por 150 metros con agua de la cordillera del Atlas, que al tiempo es su telón de fondo, en el que viven multitud de carpas que ya se han acostumbrado a ser alimentadas por los turistas.
El famoso pabellón o minzah, no es tiene los 9 siglos del conjunto, ya que sustituye a uno anterior desde 1870.

Unos preciosos jardines si estuvieran bien cuidados. Se palpa a cada paso la enorme dejadez que padecen en su cuidado. Los marraquechíes acuden a su interior para huir de las tórridas temperaturas de la ciudad. Un amplio aparcamiento permite dejar el coche sin problemas. La extensa superficie de olivos que existe en su interior aparece sin desbrozar de la gran cantidad de hierbajos que crecen en el suelo y que reducen la humedad que reciben los árboles. La puesta de sol sobre su estanque es una preciosa experiencia.

Los jardines de la Menara son muy conocidos en la ciudad de Marrakech pero este jardín tiene más rincones que debes prestar atención, no sólo este lugar es llamativo por su grande espacio al aire libre, sus gigantes palmeras, olivos y otros árboles.
Estos jardines tienen una superficie de 1200 metros de largo y 800 metros de ancho, sino que aquí también está la gran cuenca central que forma un lago, frente a esta gran cuenca central está ubicada una casa típica de la azotea de la pirámide cubierta de tejas vidriadas verdes y con un balcón donde se puede disfrutar de unas maravillosas vistas

Los jardines de la menara no dejan de ser un parque público pero imprescindible visitarlos (sobre todo al atardecer cuando el rojizo sol Marroquí se refleja en el estanque y en las piedras). Suele estar muy animado: familias paseando, grupos de personas cantando, artistas, puestos para tomarse algo.

Que nadie espere encontrarse un Versalles o algo parecido. Recordad que estamos en Marruecos. Me pareció un sitio muy auténtico (de hecho éramos de los escasos turistas que paseaban por allí). Está a medio camino entre la medina y el aeropuerto de Marrakech. Cogimos un taxi en Jmaa el Fna y por 40 dirham (menos de 4 €) nos llevó a los jardines.