Jardín de Tequis: Punto de encuentro de los potosinos
El Jardín de Tequis es el punto de encuentro por excelencia para los locales que habitan San Luis Potosí. Construido en el siglo XVI, ha visto pasar generaciones por sus áreas verdes, y ha sabido mantener su importancia ante la proliferación de otros cientos de espacios públicos en la ciudad.
La actividad de Tequis comienza con la primera misa de la iglesia frente a la plaza. Las familias se reúnen en el área verde después de la celebración religiosa, y consume alguno de los productos que los vendedores ofrecen: desde panquecillos hasta café. Los chicos corren alrededor de la fuente, y -si es domingo-, los paseantes en bicicleta hacen una escala para descansar en alguna de las jardineras del lugar. Los señores caminan de la mano, y un ambiente muy mexicano se siente en el lugar.
Por la tarde, quienes viven alrededor de la manzana que encierra a la plaza, se dan cita debajo de los árboles para refugiarse de los rayos del sol, y aprovechar para charlar con los vecinos. Los trabajadores de los hoteles y las empresas cercanas también acuden al parque durante sus horas libres, ya sea para comer algo o simplemente para descansar.
Es durante el atardecer que Tequis vuelve a la vida. Cuando el calor amaina, y el ambiente es más agradable, las familias, los patinadores y los ciclistas regresan a hacer sus actividades en la plaza. Mascotas paseadas por sus dueños también recorren los jardines, creando un mosaico lindo a un costado de la avenida más transitada de la ciudad.
El Jardín de Tequis es además concurrido por su cercanía a las decenas de opciones gastronómicas y de alojamiento que se encuentran en la Avenida Carranza, que corre al sur de la plaza. Un lugar muy lindo para observar la cultura potosina en su vida diaria.
