Un Jardín con mal fario
He vivido en Jerez gran parte de mi vida y sin embargo no conocía este Jardín. He trabajado en el ayuntamiento de Jerez más de treinta años y jamás pisé este jardín municipal. Y no es que Jerez esté lleno, precisamente, de jardines; más bien todo lo contrario.
Se halla en la salida de la ciudad hacia Sevilla, entre urbanizaciones de unifamiliares, en una amplia avenida por la que se accede al recinto ferial y a los hoteles más exclusivos y elegantes de Jerez de la Frontera.
Y, sin embargo, cada vez que pasaba por esta arteria cuajada de palmeras, sólo veía que a uno de sus lados había un parque siempre cerrado. Y cuando nos preguntaban por los atractivos turísticos de esta ciudad nunca jamás escuché que el Jardín Escénico El Altillo fuese uno de ellos. Más bien tenía la idea de que la arboleda existente en esta zona había sido acotada con un cerramiento para preservar el terreno y reservarlo cara a futuras urbanizaciones.
Así que cuando mi hijo me preguntó por qué nadie había opinado de este Jardín le respondí:
- !Ah¡, ¿pero existe?
Pues sí, existe, una preciosa idea de jardines, en un espacio que exteriormente no parece lo que es. Siempre que había pasado por esta avenida de Andalucía me había parecido que la arboleda era longitudinal, de apenas como mucho un centenar de metros de anchura. Estaba muy equivocado, se trata de un cuadrilátero con un área de más de 73.000 metros cuadrados,
Pero es un bosque mediterráneo, reconvertido originalmente en jardines, con mucho mal fario. Hasta 1994 estuvo cerrado a cal y canto y cuando ene esa fecha se inauguraró el jardín Escénico lo fue parcialmente, de hecho aún no se han terminado todas sus fases. El nombre no se justificó hasta enero de 2013 cuando se instaló un monolito en recuerdo de las Niñas del Altillo, hermanas que lucharon en su época por el medio ambiente y a las que es difícil que encuentres en ningún libro (salvo en "El invierno de las Rosas" cuya portada se reproduce en el monolito) excepto en el corazón de los vecinos que fueron quienes pidieron su homenaje. Monolito ubicado junto a una de las entradas del Jardín, casi en la parte opuesta de la entrada principal, la única que se abre.
Con tan mal fario que todo lo que rodea a este Jardín Escénico parece maldecido por alguna bruja que habitase en este bosque. Porque si se inauguró parcialmente conforme se iban arbiendo nuevas fases se iban abriendo nuevas críticas hacia el abandono del parque. Denuncias como la peligrosidad de cables eléctricos por los suelos y, sobre todo, porque nunca ha llegado a estar, que yo sepa, en perfecto estado. Incluso he mirado fotos en Urbanismo sobre la realidad del parque y son lamentables. Imágenes con riachuelos y lagunas llenas de suciedad más que de agua que hicieron recomendable, para evitar una infección múltiple y la proliferación de mosquitos y otros parásitos, que los jardines no tengan agua,
Eso sí, están diseñados con puentes, fuentes de distintos tipos, incluso una cascada y numerosos espacios de agua. Todos vacíos, excepto un charco en el Jardín Principal. La cascada se ha convertido en un grupo de bloques de piedras que no se sabe muy bien qué significan, más parece que hay una obra en las inmediaciones y han apilado allí las piedras. El presunto Jardín Japonés es una pequeña depresión donde en vez de agua hay plantas y árboles de crecimiento rápido. El Jardín Vanguardista de puro minimalista que pretendía ser sólo e un espacio vacío entre dos paredes blancas, con un agujero donde debería haber agua en movimiento.
La idea era excepcional. Dividir el espacio, respetando los árboles mediterráneos existentes (eucaliptos sobre todo con algunos pino, acacias y palmeras), en una serie de pequeños jardines de distintos estilos utilizando para diferenciarlos más que el tipo de vegetación el ambiente y los adornos del parque (fuentes, puentes, templetes, paredes, etc.). Jardines unidos por caminos de albero (esa tierra amarilla de las ferias andaluzas) acotados por bordes de acero. Los primeros que se abrieron fueron el Jardín Principal, el Clásico y el de la Música.
Luego irían llegando, a la derecha de éstos, los del Agua, el Forestal, el Laberinto, el Vanguardista y el Romántico.
Los últimos en ser creados fueron el Japonés y el Mediterráneo.
Puede parecer que su nombre está relacionado con las Artes Escénicas, pero no es así. Se trata de Escenas paisajísticas, aunque una de ellas esté relacionada con la Música.
Abre, desde 1994, de nueve de la mañana a ocho de la tarde, excepto festivos y fines de semana que retrasa su apertura dos horas y media.
Cuando llegamos notamos que no se ha previsto aparcamiento alguno para el Jardín, ni siquiera para vehículos de servicios. Así que callejeamos alrededor hasta descubrir una calle solitaria donde dejar el automóvil. Cruzar la avenida de Andalucía nos permitió añadir otro detalle más para argumentar el mal fario de la zona. Existen varios pasos de ciclistas, pero ninguno de peatones, así que invité a mi hijo a cruzar dicha avenida simulando ir montados en una bicicleta (cosas de los políticos locales que deben de pensar que todos los peatones vamos en bici). La entrada principal del Parque da lugar a unas fuentes y a un aparcamiento (de bicis, naturalmente) antes de cruzar por un edificio de mantenimiento. Unos letreros advertían de que no se podía entrar con animales ni bicicletas. No es por incidir en el tema pero con tanto espacio hay sitio de sobra para crear algún circuito para bicilcetas y alguna zona espacial para animales, porque si han habido quince mil metros cuadrados para instalar ua guadería lo hay también para otros equipamientos urbanos tan escasos como los mencionados.
Luego entramos en un espacio que se ve limpio aunque poco trabajado. Ya no es el agua sino que los setos crecen como quieren, las palmeras están sin podar, y la vegetación surge donde quiere entre un césped que no se entiende cómo aguanta. El césped no es propio de este clima pero el del Altillo hay que reconocer que está bastante bien para el cuidado que recibe. La tierra aparecía apelmazada como un mazacote, sin señales
de riegos. Para los árboles no hay problema porque están acostumbrados a este trato, pero los arbustos del jardín se resentían y nos extrañamos de este planteamiento al final de un verano tan largo y caluroso como ha sido el nuestro. Durante nuestro paseo no encontramos a ningún operario, puede que por las tardes no haya nadie, pero me hubiese gustado encontrar a alguien para preguntarle en qué condiciones reales está el Jardín Escénico,. Mientras más lo veía más me cabreaba y me decía que era para "jartarse de llorar", una brillante idea convertida en un parque abandonado por mor de políticos más dedicados a los recortes y a los ERES que a cuidar de la ciudad que gestionan.
No iba a recomendarlo pero tras sopesar los pros y los contras creo que es un rincón, desgraciadamente abandonado, sólo habitado por jóvenes de las cercanías y algunos reporteros fotográficos, con un duende especial. Unos jardines, diseñados originalmente, que algún día existirán.
Pero, aunque hoy en día sólo son un bosque donde se ha construido un proyecto de jardín, tiene un encanto que provoca que siempre haya personas paseando o charlando dentro de él. A pesar de su mal fario.
Por ello en lugar de recomendar fervientemente este rincón haré una excepción en mis opiniones y te dejaré a ti, lector y viajero, la recomendación final. Si pasas por Jerez de la Frontera, por favor haz un alto en el camino y entra en este verde y mágico rincón y luego dános tu propia experiencia. Dínos si te parece o no un bosque embrujado.
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