Buenas copas y mejor música
En el edificio donde nació Leandro Fernández de Moratín, entre la Calle Santa María y la que lleva su nombre, se encuentra uno de los locales más agradables de Madrid pero también uno de los más desconocidos. Se inauguró en el año 1979 y mantiene ese espíritu de los setenta con barras acolchadas, colores cálidos, mesas en zonas reservadas y portadas de discos en las paredes.
La música (siempre jazz aunque de muy diversos tipos y artistas) crea un ambiente especial que invita a la conversación, ayudada por los tabiques y plantas que separan las mesas entre sí. Las copas son servidas con verdadero mimo y productos de calidad, destacando el café irlandés (que preparan flambeando el whisky y coronándolo con nata de manga pastelera) y los gin tonics.