Beatriz Zaera Hierro
Una plaza pequeñita pero matona.
Es la plaza donde encontré el primer mercado de Navidad en mi viaje y, aunque no es la principal, es súper acogedora.
Lo bueno es que al no ser tan popular no está llenísimo de gente y puedes pedirte un vino caliente y unas brochetas mientras disfrutas de los objetos y prendas de vestir que tienen sus puestecillos.