Roberto Gonzalez
En el lejano Norte
Apenas son 130 las personas que habitan este remoto y recóndito pueblecito del norte de Noruega. Aparte de su pequeño y protegido muelle de pescadores y unos paisajes que bien podrían simbolizar el aislamiento de sus habitantes, este asentamiento que está a apenas 12 kilómetros de la pequeña Honningsvåg tiene muy poco que ofrecer a aquellos que buscan tiendas de souvenirs, calles repletas de gente, bares o cafeterías de moda.
Muy al contrario, regala a aquellos que se desvían durante un corto espacio de tiempo en su camino a Cabo Norte, una pequeña muestra de la vida diaria de los habitantes del frío norte de Noruega, donde al parecer el sol es un invitado que apenas se deja ver y al que adorar como si de un dios se tratara.
Y precisamente al sol y sus luces del norte está dedicada la galería de arte East of the Sun, de una pintora alemana que despliega un colorido sin igual en sus singulares cuadros y collages que reflejan el paisaje de la zona.
Pequeños secaderos de pescado, un minúsculo cementerio, un faro, el pequeño muelle y un hotelito que no se si tendrá muchos clientes, completan los atractivos de este pequeño pueblo habitado por descendientes sami y noruegos que quisieron vivir aquí, a principios del siglo pasado, alejados en el más lejano norte de Noruega.
Pequeños secaderos de pescado, un minúsculo cementerio, un faro, el pequeño muelle y un hotelito que no se si tendrá muchos clientes, completan los atractivos de este pequeño pueblo habitado por descendientes sami y noruegos que quisieron vivir aquí, a principios del siglo pasado, alejados en el más lejano norte de Noruega.
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