El Puente de las Maravillas
Quizá no me equivoque cuando digo que Lucerna tiene el puente de madera más bello y más famoso del mundo.
No, estoy completamente seguro.
Desde cualquiera de los ángulos que escojamos para admirarlo, la espléndida escultura se empeña en regalarnos su mejor perfil, su más hermoso rostro, su empaque medieval que parece desafiar a los siglos, a los fuegos y a las tormentas.
Símbolo absoluto de la ciudad, ha sobrevivido a todo tipo de desastres a lo largo de su historia, incluido el fuego que casi lo consume en 1993 y del que todavía quedan restos para que los visitantes puedan ver en que estado quedaron las pinturas tras el aparatoso incendio.
Es más antiguo que la Reconquista española, ya que data de la primera mitad del siglo XIV como parte de las fortificaciones de la ciudad y su nombre le viene de la capilla de San Pedro, que está muy próxima a una de las entradas del puente.
Sin embargo las pinturas no son tan antiguas, porque se añadieron en el siglo XVII e ilustra escenas de la historia de la propia ciudad y del país, incluyendo la biografía de los santos patronos de la ciudad, Leodegardo y Mauricio.
Bellamente adornado con flores y siempre en perfecto estado de conservación, estará para siempre unido a la Wasserturm o Torre del agua, que en su tiempo fue archivo, tesoro, prisión y cámara de tortura, ya que juntos constituyen el monumento suizo más fotografiado y sin duda de los mas hermosos.


