Viena grandiosa
En Viena todo es grandioso, el Ring, los edificios, los palacios, los teatros. Un ejemplo de esta grandiosidad es la monumental Karlsplatz.
La plaza de grandes dimensiones está dominada por la monumental iglesia barroca de Carlos Borromeo (o Karlskirche) que le da el nombre. Esta iglesia, construida en el siglo XVIII posee en la fachada un frontón clásico, en el crucero una enorme cúpula y está ladeada por dos enormes columnas, inspiradas en la columna de Trajano en Roma.
Delante de la fachada de la iglesia hay un estanque, un lugar muy agradable para descansar y sacar fotos de los reflejos de la iglesia en el agua. En el estanque hay una estatua de Henry Moore.
Alrededor de la plaza hay otros grandes edificios, el Musikverein, sala de conciertos y sede de la filarmónica de Viena y Künstlerhaus, una sala de exposiciones, además de un museo de la historia de la ciudad.
En el límite de la plaza se encuentra el edificio de la Secesión de Olbrich, muy llamativo por tener en la cubierta una enorme esfera de hojas de laurel doradas. La secesión fue un momento artístico, desarrollado a partir de finales del siglo XIX y trataba de romper con el arte clásico. Uno de los principales miembros de este movimiento fue Gustav Klimt, el autor del famoso cuadro del Beso, y hay un friso suyo en el interior.
Desde ahí uno puede darse un paseo por Naschmarkt, un mercado con numerosos restaurantes y cafés.


