SaltaConmigo
Bonito hotel con habitaciones de adobe bajo el cerro
Killari significa “luz de la luna” en quechua, y es que en este encantador pueblo por la noche, con alejarse un poco de las calles del centro, la única luz que veréis será la de la luna. El hotel está en pleno centro, aunque en un pueblo tan pequeño como Purmamarca no tiene mucho mérito, y está justo debajo del cerro de los siete colores, la mayor atracción del pueblo. Las habitaciones, con materiales de las construcción tradicional como adobe y caña, son bonitas y también lo es el jardín botánico que las separa, con muchos tipos de cactus. El desayuno fue lo que menos nos gustó, con poca variedad
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