Ser monje por un día
Para mí es fácil decirlo. El pelo rapado ayuda a poder aparentar ser un monje y si encima te acercas a la maravilla de pueblo de Koya San ya lo redondeas.
Un pueblo de peregrinación oficial. Lleno de templos en los que te puedes alojar y comer lo que los mismos monjes preparan y de manera maravillosa sea dicho. Un pueblo tranquilo y pequeño con varias rutas para caminar.
Bien vengas de Kumano Kodo o bien lo hagas por libre la visita a Koya San te dejará muy buen sabor de boca. Puedes participar en el despertar de los monjes y ser testigo de su primer rezo y desayunar con ellos