Kubba almorávide de Marrakech

La Kubba almorávide de Marrakech está situada al lado del museo de la ciudad y de la madraza Ben-Youssef, en las que se puede acceder con un ticket conjunto que vale unos 5 euros y medio.

Se trata de una construcción del siglo XII que se usaba, entre otras cosas, como estanque para las abluciones de los fieles que acudían a una mezquita cercana. Arquitectónicamente tiene un gran valor y está considerada una de las obras más importantes de arte musulmán de la ciudad y el único testimonio del arte almorávide de Marrakech.

La kubba era parte de un sofisticado sistema de administración de aguas, donde había letrinas, fuentes y cisternas.

En frente de la mezquita Ben Youssef se encuentra la Qoubba Almorávide de Marrakech. Formaba las antiguas dependencias de la mezquita, y tiene un gran interés histórico porque enseña las técnicas de construcción muy avanzadas de los almorávides, la dinastía que fundó Marrakech. La Qoubba abre de 9 a 6 y media, y la entrada cuesta 10 Dhiram. Hay un pass si quieres visitar varios monumentos que incluye el museo de Marrakech, la Medersa, la antigua escuela coránica Ben Youssef, y la Qoubba.
El nombre de Qoubba significa cúpula en árabe y era el lugar de las abluciones para los fieles que acudían a la mezquita.

La entrada a este monumento la puedes comprar junto a la entrada del museo de marrakech, y la medersa ben yousef, creo que al cambio, las tres entradas nos salieron por 6 euros. También se puede comprar la entrada separada, y salía por unos 5 euros, así que vale la pena visitar los tres monumentos.
Es el último vestigio de los almorávides.
Era una sala de abluciones de la mezquita de Ben Yousef.

Después de visitar el Museo de Marrakech y la Madrasa Ben Youssef merece la pena acercarse a visitar este lugar, situado justo en frente de la Mezquita Ben Yousseff y al lado del museo y la madrasa. En ella se erige una preciosa cúpula rojiza almorávide que antaño fue un centro de ablución, un rito religioso de purificación mediante el agua.

La kuba Ba'adiyn, cercana al Museo y a la Medersa, y que se ofrece al visitante en un lamentable estado de conservación, servía en la antigüedad para recoger, almacenar y distribuir el agua a los edificios cercanos de la medina. Lo que más destaca de este edificio es la cúpula de su edificio principal.

La antigua Madraza de Marrakech es uno de los edificios más bonitos para visitar y recorrer, una forma de conocer como vivían los estudiantes del Corán y de escapar temporalmente al calor al amparo del frescor de sus paredes y patios.