Una abadía y bosques insospechados
El pueblo de Cong es famoso por ser el escenario principal de El Hombre Tranquilo, pero guarda más de una sorpresa para el visitante... La abadía de Cong, del s. XII, es un imperdible que encontraréis muy fácilmente (el pueblo es muy pequeño).
Como otras abadías, las piedras y arcos ojivales rezuman historia. Aquí se reunían los miembros de la comunidad, en una de sus salas, a confesar en público sus pecados. Tremendo.
Lo que más sorprendió y encantó, sin embargo, fue sus exteriores, por llamarlos de algún modo. El claustro del que hoy apenas quedan algunos arcos y un cuidado césped, es la antesala de un parque de árboles preciosos, enormes, que escoltan el camino hacia un río, donde se halla la casa de pesca de los monjes. Aquí se procuraban parte de su sustento, a la vez que meditaban. Quién no lo haría en un lugar tan plácido...