Imponente y tiene una portada maravillosa
En lo alto de la ciudad se encuentra la Catedral. Con unas vistas magníficas del otro lado del Rhin, su color de arenisca roja choca con el color más verdoso de estilo bernés que te puedes encontrar más al sur del país. La catedral es imponente y tiene una portada maravillosa. Además, otro detalle más que curioso es que en su interior se encuentra enterrado Erasmo de Rotterdam, y se puede incluso ver una lápida conmemorativa.
Merece la pena entrar y verla por dentro y, sobre todo, pararse un rato en el mirador exterior.