Comida de la abuela
La Eritaña, más que un restaurante, es como ir a comer a casa de la abuela, si ésta es asturiana.
Empezando por el trato, que es de lo más amable y cercano posible, hasta los platos, que se nota que están cocinados por alguien con muchos años en la cocina y siempre de forma casera.
Aquí se va a comer lo de toda la vida: cachopo, callos, fabada, pescados... todo muy rico y siempre casero.
Los precios son bajos para la calidad ofrecida, y aunque el sitio no sea de lo más bonito, aquí se viene a comer, y en eso si son especialistas.
Eso sí, más nos vale terminar