Todo un despliegue de imaginación, arte, mitología y jardinería
Recorrer este jardín diseñado por el propio Salvador Dalí y encontrar aquí todo un despliegue de jardinería, imaginación y arte surrealista es realmente un desafío a los convencionalismos sociales y culturales de cualquier época. El lugar es bellísimo, flores, plantas, árboles, bancos que invitan al descanso reparador bajo la umbrosa arboleda, curiosos, gigantescos y longilineos elefantes entre cuyas largas patas podemos ver las verdes copas de los árboles y las blancas nubes como algodones sobre el cielo.
Voy serpenteando este increíble sendero que desemboca en el impactante conjunto de esculturas y fuente que le dedicara a Richard Wagner, el compositor alemán nacido en Leipzig, a quien admirará profundamente y en cuya dedicatoria puede leerse lo siguiente: “Wagner is not only a mountain of geological melodies, but also and particularly a real mountain of mythological images and hallucinations”.
En tanto que la dedicatoria colocada al inicio de este paseo donde se encuentra la blanca reproducción de una escultura de la Venus de Milo dice así: “For it was in the venusberg that wagner made a meeting for himself with the unique, real and substantial bacchanal of the imagination.”Wagner----- Dalí
“Porque fue en el Venusberg que Wagner hizo una reunión para sí mismo con la única bacanal, real y sustancial de la imaginación”. Dedicatorias éstas inspiradas en obras de Wagner como “El anillo de Nibelungo”, “Tristán e Isolda” o su abandonada “Ragnarök” en las que confluyen personajes mitológicos, dioses y héroes.


