Rubén Montoro
Un mexicano pijo
Anoche fui con mis amigos a un mexicano de Nuñez de Balboa. La entrada es una puerta pequeña por la que desciendes al bar del restaurante. Un camarero te acomapaña a tu mesa para empezar a comer. Cuesta un poco descifrar lo que pone en la carta, pero pidas lo que pidas es bueno. Según el plato, lo mismo te puedes quedar con hambre. Entre medias, unos mariachis pasan cantando rancheritas. En resumen, un poco caro, pero la comida no es mala y el ambiente es divertido.