En el casco antiguo de Tarragona y muy...
En el casco antiguo de Tarragona y muy cerca de la catedral, encontramos esta cervecería donde nos quedamos a comer y salimos con ganas de repetir.
El restaurante, en sí, es muy bonito: Cocina a la vista, edificio restaurado con arcos y vidriera, correcta separación entre mesas y... No se permite fumar, perfecto.
A pesar de que existía la posibilidad de comer de menú, preferimos pedir platos sueltos: Unos montaditos, una ensalada césar, jalapeños, patatas bravas con wasabi y huevo estrellados con jamón de pato. A destacar, sobre todo las patatas y prescindibles los jalapeños y la ensalada césar. Postres normalitos. Para beber unas cervezas de frambuesa.
El ambiente, en general, muy agradable, el restaurante se llenó; servicio correcto pero un poco estirado, espero que solo fuera cosa de aquel día.
En resumen, un sitio para volver.


