¿A dónde quieres ir?
{"__vid":"w-co-18.220.139.101-fac378ac3b3d3886829021b3309d4fd1-1738546524414","has":false,"userHash":"fac378ac3b3d3886829021b3309d4fd1"}
Entrar
Mi perfil
Editar mi perfil
Cerrar sesión
Añadir experiencia
Publicar

La Pastora

{"__vid":"w-co-18.220.139.101-fac378ac3b3d3886829021b3309d4fd1-1738546524414","has":false,"userHash":"fac378ac3b3d3886829021b3309d4fd1"}

1 opinión sobre La Pastora

La Pastora

Con la intención de alejarnos de la ciudad decidimos ir a La Pastora, para esto tomamos una “chiva”, que es una especie de bus artesanal usado en las zonas rurales de Colombia como medio de transporte, son coloridos, usualmente con los colores de la bandera, y decorado con diferentes figuras; además tienen una escalera en la parte de atrás por la que se llega al techo, donde se llevan diferentes cosas, como artículos de mercado y en algunos casos, personas. La Chiva era el único medio que nos dejaba en el lugar desde donde empezaríamos a caminar; y para hacer todo más divertido, le pedimos al conductor que nos dejara hacer en la parte de arriba, y no tuvo ningún problema.

Como las chivas son tan altas, teníamos que acostarnos algunas veces para evitar golpearnos con las ramas de los árboles, todo esto hizo el viaje mucho mejor porque que teníamos que ser muy cuidadosos y no lo fuimos, yo tuve un golpe en la cara y en el ojo, y un amigo quedó con muchos rayones en su cuello. Nos bajamos de la chiva en un lugar llamado “El Cedral”, que es la entrada a una reserva natural inmensa; desde ahí empezamos a caminar por una selva, llevando cargados los maletines, carpas sleeping bags, comida, y 10 litros de agua porque no teníamos ni idea si íbamos a conseguirla en el campamento. El camino era difícil al final nos dimos cuenta que llevamos muchas cosas que en verdad estorbaban y no servían para nada. En el camino había muchas cosas para mirar, sobre todo animales y muchas libélulas azules.. Después de tres horas y media de haber empezado a caminar, por fin llegamos a La Pastora, todos extremadamente cansados pero muy contentos de haberlo logrado. Cuando descansamos un rato y nos comimos los sánduches que habíamos comprado para el almuerzo, empezamos a organizar todo y a armar las carpas; después empezamos otra caminata, sabíamos que a 30 minutos del lugar había una cascada muy grande y nos fuimos a buscarla. Un rato después de caminar despacio, llegamos a la cascada, era inmensa y muy bonita; era tan grande que no podía encuadrarla en una foto, me tocó hacer una panorámica para poder mostrarla toda; cuando terminé la foto, lo primero que hice fue meterme al agua que estaba helada. Mientras estábamos en el agua, un amigo, el único que ya había estado en el lugar, se fue y volvió rápido diciendo que había otra cascada muy cerca, y nos fuimos a verla. Estaba casi a un minuto de caminata y era espectacular, muy diferente porque la primera era un poco más abierta, esta parecía un lugar escondido entre las rocas; el agua era extremadamente fría pero pura, tanto que llené mi termo con el agua que caía, y nos pareció el agua más pura que alguna vez habíamos tomado. Después de un rato, volvimos al campamento y descansamos; muy cerca de la carpa había una casa donde el señor encargado del refugio se quedaba, y nos fuimos a hablar con él, pidiéndole que nos contara historias de miedo del lugar; ya era oscuro y no había nada de electricidad, la única fuente de luz que teníamos era una vela. Cuando salimos de la casa, vimos el cielo, que estaba totalmente despejado y lleno de estrellas. Yo me quedé un rato tomando fotos y mirando el cielo, después volví al campamento donde mis amigos ya habían prendido la fogata para asar salchichas y calentarse un poco porque la noche estaba muy fría; unos se fueron a dormir rápido, y otros nos quedamos despiertos, tratando de mantener el fuego vivo el mayor tiempo posible. Al día siguiente nos levantamos temprano, con frió, empacamos todo, desarmamos las carpas y comimos algo muy rápido porque teníamos que irnos de la reserva y empezar a caminar para poder alcanzar la chiva; el camino de regreso nos tomó una hora y media menos que el de ida porque no paramos ni una vez a mirar el paisaje o a descansar. Fueron dos días muy chéveres, para desconectarse totalmente del ruido y del estrés de la ciudad.
Leer más
+7
¿Conoces este lugar?
Ayuda a otros viajeros a descubrir con tu experiencia y tus fotos
{"__vid":"w-co-18.220.139.101-fac378ac3b3d3886829021b3309d4fd1-1738546524414","has":false,"userHash":"fac378ac3b3d3886829021b3309d4fd1"}