Una pequeña y acogedora panadería artesanal
Los que conocen la panadería Rosetta, saben el martirio que es ir en las mañanas a comprar pan. No digamos encontrar un lugar para sentarse. Pero, existen opciones menos llenas que te permiten disfrutar del barrio sin engentarte hasta la coronilla. La Puerta Abierta es uno de ellos. Su oferta es muy similar a Rosetta: pan salado con nueces, frutos y especias como eneldo y cardamomo. Su pan dulce se complementa con sus pasteles, de elote, amaranto, y frutos del bosque, que no tiene el Rosetta.
El pero que le pongo, es que Rosetta es básicamente una fábrica que opera a todo vapor, pero aquí no, así que si llegas a ciertas horas, puedes no encontrar pan fresco.