La historia del Gallo de Morón es harto ...
La historia del Gallo de Morón es harto conocida y curiosa. Resulta que en el siglo XVI la ciudad estaba dividida en dos bandos irreconciliables, por lo que era imposible de gobernar. Cualquier decisión que se quisiera imponer o el fallo de cualquier juez se ponía en solfa por alguno de los bandos. Ante ello la Corte decidió enviar, con plenos poderes, a Juan Esquivel, quien llegó en 1597.
Fue apodado como el Gallo de Morón por su chulería. Lo que no consiguieron las razones ni la convivencia lo logró este juez. Ambos bandos se unieron y decidieron que no estaban dispuestos a permitir que un juez de fuera les provocara. Por ello una noche le hicieron salir al camino de Canillas y le apalearon con varas de acebuche, ante lo que el Gallo marchó para no volver nunca.
Este monumento se halla en el Paseo de la Alameda que es la entrada de la ciudad desde Sevilla. Es la zona más amplia, de hecho allí se instala la Feria y la Plaza de Toros. Pero no es el monumento original sino una réplica. El original está junto a la Iglesia de San Miguel, en el Paseo del Gallo, y fue modelado en bronce en 1916 por José Márquez Fernández. Pesa 98 kilogramos.
Esta réplica pesa una tonelada y está elaborada en acero inoxidable. Es obra de Otilio Ruiz Valladares y fue instalado en esta rotonda en junio de 1999.
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