La ruta del mármol blanco

Íbamos buscando un lugar tranquilo, alejado del ruido y de todo lo que nos inquiera cada día y decidimos buscarlo en el alto almanzora. Nos habían dicho que había pueblecitos pequeños y muy bonitos para descansar. Conocíamos Macael y Albox y teníamos ganas de volver a visitar toda esa zona por lo que nos decantamos por una casita rural llena de encanto en Laroya. Fue todo un acierto, la casa está hecha con mimo y cuidada al detalle; Antonia, la dueña fue muy atenta y discreta en todo momento. El paisaje es muy bonito y las vistas desde la casa espectaculares. Mi mujer y yo nos vinimos encantados.