¡En Almería también nieva!
Es una de las comarcas más atípicas y desconocidas de Almería e incluso de toda Andalucía. Un lugar donde nieva cada invierno, donde se curan buenos jamones y al que acuden numerosos montañeros y amantes de la naturaleza para hacer cumbre en su cima, a 2.045 metros de altitud. Es la sierra de María, una elevación montañosa en los términos municipales de María, Chirivel, Vélez-Blanco y Vélez Rubio protegida como parque natural por la importancia de sus pinares de repoblación mezclados con zonas de encinas adehesadas. La excursión clásica de la sierra es la ascensión hasta el pico María (unas tres horas), el techo del parque, por la senda que parte desde la ermita de la Virgen de la Cabeza, en las afueras de la aldea de María, famosa por sus jamones y embutidos. Pero existen otros muchos senderos señalizados. Cerca de la ermita está el jardín botánico Umbría de la Virgen, un parque con especies autóctonas de la sierra. Si después del senderismo os quedan ganas de ver un lugar mágico, acercaos a Vélez-Blanco (a solo 9 km. de María), un pueblo encalado de arriba a abajo, como su propio nombre índica, sobre el que despunta el soberbio castillo de los Vélez, una imponente fortaleza fotogénica por sus cuatro costados. Fue la residencia de los Fajardo, familia feudal que en pago a su ayuda a la Reconquista recibió en marquesado estos territorios. Os llamarán la atención sus siete torres, de la misma altura que la muralla, excepto la enorme torre del Homenaje, que sobresale por encima del conjunto. Pero aún os llamará más la atención el hecho de que el claustro haya desaparecido: lo compró en rico americano en 1904 y lo desmontó pieza a pieza para volver a reconstruirlo en el jardín de su casa, en EEUU. En 1964 lo donó al Metropolitan Museum de Nueva York, a donde hay que desplazarse ahora para ver este patio de Honor del castillo de Vélez-Blanco.