Reflejos que hacen soñar
Roundwood es un pueblecito del condado de Wicklow, de camino al famoso Glendalough y donde decidimos parar una noche para visitar tranquilamente éste último.
No sospechábamos que esa tarde, sin saber muy bien qué hacer después de haber recorrido el pueblo de punta a punta (se extiende a lo largo de la carretera), nos encontraríamos con este maravilloso rincón, una de las sorpresas más placenteras del viaje...
Echamos a andar por una carreterilla, sin más pretensiones que hacer un poco de ejercicio y disfrutar del maravilloso color verde irlandés. Nos encontramos con unas frambuesas, las probamos, y seguimos andando... no llevábamos ni 10 minutos cuando de repente se abrió ante nosotras este lago, que la carretera cruzaba por un puente de piedra. Nos quedamos embobadas.