Lago del Espejo

Hemos dejado atrás el impacto brutal de la Gruta Iris y del salto de la Cola de Caballo. Después de esto, no crees que pueda haber ya alguna otra cosa que supere las maravillas disfrutadas.

Caminas, pasas al lado de una bella e interesante piscifactoría. El color comienza a transformase en un verde onírico, una paz serena lo invade todo, el sol juega con sus rayos entre las ramas de los árboles, y de golpe..., el espectáculo natural del lago del Espejo con la impresionante Peña del diablo hace acto de presencia.

Nunca había tenido la sensación de pertenecer a un cuadro, de estar en medio de una bella composición fotográfica, llegas a este lago y de golpe te invade un "rollo" zen increíble.

Después del bullicio de las cascadas, llega la calma de este precioso lago situado dentro del Monasterio de Piedra. Es increíble cómo el agua puede reflejar como un espejo todo lo que le rodea.

Uno de mis rincones favoritos dentro de este parque, de increíble belleza, junto a la Gruta Iris.

Tal y como dice la música del vídeo adjunto, este parque es "Como un sueño... Como el cielo" . ("Just like a dream... Just like a heaven").

El lago del Monasterio de Piedra está siempre tan quieto y en paz que parece un espejo, reflejando todo el cielo y las peñas de alrededor, incluyendo la pena del Diablo, que es la que rodea el lago.

Un remanso de paz, por el que nos llevará el camino, cruzando varios puentes de madera y viendo la piscifactoría de cerca, la primera que se construyó en España.

Un lugar para no pasar calor en verano, las sombras de los arboles y la cercanía del agua, con sus numerosas cascadas nos permite disfrutar de este lugar único de belleza natural. El Lago del Espejo refleja las siluetas de las montañas que lo rodean y el intenso repertorio de colores vivos de su vegetación.

El recorrido a todo el parque se hace ameno y trepidante. Nosotros tuvimos la suerte de ir un 1 de enero por lo que había relativamente poca gente y podías campar a tus anchas, pararte tanto tiempo y las veces que quisieras a hacer fotos, sin preocuparse de si estás interceptando o molestando a los visitantes que vienen detrás.

El parque permite que pases por rincones recónditos y escondidos, incluso te mete debajo de una cascada gigante en la que acabas salpicado de agua seguro. A mí me gustó tanto que me daba igual el frío, estaba alucinada viendo el torrente de agua, los contrastes de luz y el color de los distintos paisajes.

El lago de los espejos en el Monasterio de Piedra, es precioso, nunca he visto tantos y hermosos reflejos, pero tiene que haber calma, y no hacer viento ni brisa...

Dormir escuchando el agua correr en la cascada y levantarte y ver esto, te deja sin palabras...

Sería una pena perturbar su tranquilidad con el simple impacto de una piedrecita......

Me gustan mucho los reflejos y la gama de colores que se aprecian.

Lugar precioso para pasar el dia.