Relax al pie de un manantial kárstico
Situada en medio de los Montes Ródopes, Velingrad es famosa por sus manantiales de aguas termales, manantiales casi todos en manos privadas, sobre los que han construido hoteles y los tan de moda spa resorts. Esto y la cercanía de algunas estaciones de esquí situadas en las inmediaciones está haciendo que el turismo extranjero llegue a esta bella localidad.
Por eso llama la atención el Lago Kleptuza, un lago de dominio público, propiedad de Velingrad, de aguas no termales, de agua fría vamos, cuyo manantial principal, situada en un lateral del lago, proviene de uno de los mayores complejos kársticos de Bulgaria, 'escupiendo' muchos litros de agua por segundo sin parar. A los pies de este pequeño manantial en forma de cascada, se forma un pequeño lago, de poca profundidad, que se ha ido convirtiendo en lo que hoy se conoce como el lago Kleptuza.
Situado a las afueras de Velingrad, hay que recorrer 2-3 kilómetros por unas largas y adoquinadas calles por la parte vieja de Velingrad para llegar hasta una zona de aparcamientos. Desde allí, tras pasar una zona con viejísimas atracciones para niños, se cruza un pequeño puente sobre un río para acceder a la zona del lago. El lago es más bien pequeño, de poca profundidad pero de aguas cristalinas, se nota que el agua mana pura de las entrañas de los Montes Ródopes. Está rodeado de mucha vegetación, con muchos árboles típicos de Bulgaria, dándole un bonito colorido de verdes y marrones al entorno.
En realidad, más que un lago y paraje natural, yo diría que a día de hoy Kleptuza es un área de esparcimiento, muy frecuentada por turistas y por los habitantes de Velingrad, sobre todo en verano, cuando acuden allí a comer en familia o a pasar la tarde. De hecho, hay varios restaurantes, bares y cafés, con terrazas situadas sobre el propio lago, cuando fuimos desde luego estaba todo a tope, se ve que acude mucha gente en verano, y es que sin duda es un sitio agradable para desconectar y tomarse algo. Me suena que alguno de los edificios que asoman al lago es de algún hotel con servicio de spa. Por cierto, está prohibido el baño en el lago, pero para contentar a los más pequeños, hay un servicio de alquiler de pedalós, con lo que las risas, y los choques con otro pedalós, están aseguradas.
Resumiendo, un pequeño paraje natural muy característico de Velingrad, un sitio que invita al relax y al descanso. Muy frecuentado por sus habitantes, se ha convertido en un área de esparcimiento muy atractiva para turistas y familias, más aún cuando el ayuntamiento de Velingrad tiene al parecer planes para todavía mejorarlo y adecentarlo más.


