Parapente en el lago Olüdeniz
En 2005 viajé durante 15 días en plan mochilero por Turquía con una amiga.
En cada viaje intentábamos hacer algo por primera vez y, en esta ocasión, había leído en la guía que en el lago Oludeniz, en Turquía, se concentraban varias empresas que te daban la oportunidad de practicar el parapente.
A la laguna se puede llegar en bus público. Nuestro dolmus nos dejó en la pequeña ciudad turística a eso de las 10.30 de la mañana y ahí fue cuando empezó nuestro escarceo con los deportes extremos. Oh yeah!
Nos lanzamos a solicitar precios y comparar opciones. Al final, como no había tanta diferencia, optamos por una que se llamaba PESUS, más que nada porque el comercial nos inspiró confianza. Nos cobraría 65 euros por persona por la actividad.
A las 11h comenzó el ascenso al BABA DAG (montaña de más de 1.900 m de altura) a través de un trayecto tortuoso de 45 minutos en camioneta. Una vez en la cima, todo se precipitó, cosa que agradecí porque para entonces ya estaba bastante nerviosa, dudando seriamente de si mi propuesta había sido una buena idea.
Rápidamente, nos pusieron las botas, el traje, el casco...¡y a saltar! Para cuando me di cuenta estaba sobrevolando una laguna azul espectacular a 2000 metros de altura. Guau...Fue, sin duda, una de las mejores experiencias de mi vida, el entorno es envidiable y me alegro mucho de haber elegido ese paraíso como base para mi primera (y única, confieso) vez.
Como justo me tocó el instructor más experimentado y confiado, se dedicó a meter más caña que los demás y hacer piruetas de todo tipo. Puesto que yo tenía la adrenalina tan a tope y estaba tan feliz, todo me pareció bien. Los que lo han probado lo saben, no se siente miedo en ningún momento pues flotas y físicamente no hay ningún tipo de impacto o cosquilleo extraño en la barriga. Todo consiste en deslizarse y dejarse llevar.
Una vez en tierra, aprovechamos para relajarnos en la playa y comentar la jugada, que nunca olvidaré. Fue una jornada muy diferente y emocionante.


