Bretagne
Un perfume de otras latitudes
Bañado por el último meandro del río Aulne, Landevennec invita a la meditación en un entorno de vegetación mediterránea. Nos sorprende los restos de unas ruinas benedectinas solitarias en este remanso de paz consagrado en su día a San Guénolé. Bretaña tiene estos contrastes...
Esta ciudad hizo un pacto con el tiempo y se fundió para siempre con su antigua abadía del siglo XVII. Si la curiosidad te pica, entre los árboles, puedes disfrutar de unas vistas magníficas de los meandros del río, de la isla de Ténérez y del romántico cementerio de barcos. Un lugar cinematográfico donde estoy seguro que alguna vez se rodará la escena de una película.
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