Las calles de Córdoba

Mas patios , herencia de los romanos a la que los arabes dotaron de flores , colores y aromas de azahar. Las callejuelas siempre tan concurridas con sus tiendas de recuerdos , trabajos en cuero cada día mas actuales , artesanía de filigrana y las gitanas ofreciendo su ramito .

Pero todo un presioso casco histórico en el que todo gira entorno al esplendor de la Mezquita y la Catredad tan hermosa siempre me atrapa , siempre intentando volver a pasar junto a ella ; sabiendo el magnifico bosque de columnas que hay en su interior y su joya el Mihrah .

Visitamos el Palacio de Viana con bonitos patios , mosaicos y preciosas tinajas ,descubrir plazas como la de la Corredera y la del Potro y su casa museo todo un resumen del arte Flamenco con videos esplicativos donde había por la noche tablao flamenco , que os muestro !!

Pero es hora de tapear y tomar unas ricas cañas de cerveza bien merecidas ,visitamos varias como la típica Casa Santos con su tortilla o el restaurante Bodegas de la Mezquita con unas berenjenas a la miel deliciosas , su flamenquin y una original ensalada de fruta y queso y sus albondigas de toro , otro lugar la Taberna de Casa Salinas con un bonito patio y repito restaurante " El Caballo Rojo " hay que probar el rabo de toro y su bacalao rebozado que rico y tan sencillo.

Para continuar paseando hacia la otra orilla del guadalquivir y pasar el Puente Romano ,visitar el ¡ Alcazar de los Reyes Cristianos ¡ no os perdais su espectáculo nocturno de luz y sonido y ¡ Las Caballerizas Reales ¡ con su espectáculo ecuestre nocturno magnifico con la pasión y el duende Andaluz ; con el pura sangre .

Y pasear por la noche por los alrededores de la Catedral es un placer super reconmendable .

Nos despedimos frotando la babucha de Maimonides en la plaza de Tiberiades haber si nos proporciona sabiduría y lucidez en los tiempos que corren .

Nuestro alojamiento super bien situado enferte y adosado a restos de la antigua muralla ¡El Conquistador
!! así se va acercando nuestra partida hacia Granada .

Hay que perderse por Córdoba, dejarse encerrar por sus murallas y olvidarse del tiempo y del espacio. Pasar de lo judío a lo musulmán, y del Islam al Paraíso, aunque el Paraíso parece encontrarse dentro de la Mezquita, en la plaza de los Capuchinos o en el más humilde patio lleno de flores.
Calles estrechas que apenas permiten el paso, avenidas de nueva traza, sinagogas de lisas paredes o iglesias que parecen sostener con su voluntad los ricos artesonados de techos retablos.
Todo eso es Córdoba. Como decía Lórca: ¡Sevilla para herir, Córdoba para morir!