Las Merindades

Las Merindades, precioso y desconocido paraje al norte de la provincia de Burgos.
La semana del 11 de julio teníamos previsto mi esposa y yo organizar alguna escapada para conocer algún lugar que no hubiésemos estado. En principio pensamos en visitar La ciudad de las Artes y el Museo Oceanográfico de Valencia, pero el miércoles 10 dándole vueltas a la cabeza me vino a la memoria un documental que había visto hace algún tiempo en televisión y que me gustó bastante.

Nos pusimos a buscar hotel por Internet en el pueblo de Villarcayo que es el punto céntrico de todo este territorio y encontramos uno francamente bueno y a un precio la habitación doble con desayuno de 64 euros la noche. Muy recomendable, exquisita atención y esmerada limpieza aunque el desayuno algo flojo aunque sea tipo buffete.

Haciendo base en Medina de Pomar, las distintas Merindades están equidistantes y hay parajes inolvidables, a escasa distancia del lugar de residencia, que era el Hotel La Alhama ***, tranquilo y acogedor.

Región muy recomendable y sin aglomeraciones de visitantes.
Derroche de monumentos (iglesias, fortalezas y casonas en estilo Románico).

El Ebro las atraviesa y crea parajes acuáticos singulares.
No dejéis de visitarlas y lo comprobaréis.

Puede parecer por esta experiencia que me haya contratado el Excmo. Ayto de Villarcayo de M.C.V., pero no es así. Soy oriundo del rincón en cuestión y estoy profundamente enamorado de mi tierra.

Las Merindades es una comarca bastante amplia en la que hay un poquito de todo.
Está el Complejo Kárstico de Ojo Guareña, una serie de cuevas que se unen entre sí y que son el más grande complejo de este tipo en Europa.

Está el maravilloso pueblo de Puentedey, que se alza sobre una roca que ha sido atravesada por el Río Nela.

Está el pintoresco pueblo de Frías, que se alza en lo alto de una peña y cuyo castillo resulta imponente visto desde abajo.

Es un paraíso, con parajes únicos, un bosque centenario de tejos, un complejo kárstico de los más grande de Europa con más de 100km de cuevas, puedes disfrutar del cañón del Ebro, del salto del nervión, Puentedey, preciosos hayedos, el monasterio de Rioseco, etc.

Llena de sorpresas donde el agua, el arte y los contrastes son protagonistas.

El río Ebro, y su orografía entre la meseta castellana y la cornisa cantábrica marca en gran medida la fuerte personalidad de sus paisajes y su gente.