Millan Dasairas
Lavadero de Arnedillo
El lavadero de Arnedillo tiene una especial importancia por ser el centro de actividad del pueblo cuando no había lavadoras en las casas. Aquí, en el centro de la villa y justo al lado de la iglesia, se reunían las señoras de la casa para lavar la ropa, dando jabón y restregando hasta dos veces.
Con la ropa lavada, se apilaba en el cubo, apretándola para escurrirla y dejándola reposar hasta el día siguiente en casa. Al día siguiente se aclaraba toda la ropa y se volvía a restregar. Un proceso largo y tedioso que era realizado de manera ordenada. Se coordinaban de tal manera que se distribuían eficientemente dependiendo de la tarea que fueran a realizar.
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