guanche
De vuelta de Sibiu, tomamos una...
De vuelta de Sibiu, tomamos una carretera muy linda, pero sin asfalto, que estaban construyendo solamente ahora. Entonces no pasamos muchos pueblos, menos aún restaurantes, y este salió de la nada, como una bendición. Paramos más que todo para las preciosas vistas que tenían sobre el río. EL lugar hace hotel y estaban muy orgullosos de tener extranjeros en su hotel. Hay una parte pensión y la otra son cabañas triangulares de madera, bastante minimalistas pero baratas. Sirven comida a los obreros que hacen la carretera, y nos dieron lo mismo, una porción enorme, con mucha grasa, hirviendo, que te da las fuerzas de seguir hasta el siguiente pueblo.
No era fino pero pudimos probar las comidas de la región y eran simpáticos. Como no están orientados al turismo, la terraza está atrás de la casa en ves de ser con vistas al bosque y a las montañas! Comimos para 8 euros entre dos creo.
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