¡Un lugar que invita a entrar!
Si bien es cierto no es una calle que suelo circular con frecuencia a pesar de vivir a tan sólo 5 cuadras de aquí pero, al no estar en mi circuito habitual no lo había conocido. Tuve que hacer unos trámites por allí y decidí ingresar porque me gustó mucho su alegre y roja apariencia y la cantidad de gente que había en su terraza desayunando a la sombra de los árboles y leyendo el diario.
Una vez dentro subí a la planta alta donde están la mayor parte de las mesas, tienen la barra del bar y el resto de los servicios. Luego de retirar mi ejemplar del diario me senté, solicité un café con leche con medialunas saladas que venía acompañado de un exprimido de naranjas y me dedique a mirar y sonreír con la cubierta de las mesas, algún cuadro y la base de la barra hechas con un material antideslizante de coloridas historietas y comics.