para una escapada de relax y/o romántica.
Desde Cangas de Onís, por la N625 que discurre paralela al río Sella, se entra en el Desfiladero de Beyos. Rodeado de bosques, pueblos de montaña, ganado en libertad, todo un deleite para los sentidos si buscas perderte en un rincón en medio de la frondosa naturaleza.
Hay un hotel-restaurante el Puente Vidosa, situado a los pies de la cascada Aguasaliu que nutre al Sella. Desde aquí se divisa el pueblo de San Ignacio de Beyos (finalista a pueblo ejemplar). El hotel tiene piscina cubierta con fabulosas vistas a la montaña, y por lo que pude comprobar los precios estaban bastante contenidos.