5 rutas cortas y sorprendentes desde la ermita de los Enebrales
La ermita de los Enebrales está en el centro del Karst de Tamajón, rodeada de árboles hasta donde alcanza la vista. Una explanada sirve de parking, al que se accede desde la carretera de Tamajón.
1.- La ciudad encantada (30´ )
La senda sale por la izquierda, paralela a la carretera, y en cruce subimos hasta llano entre rocas. A la derecha nos queda el acantilado, con vistas de las figuras más emblemáticas. Seguimos de frente y aparecemos en una hondonada protegida por paredes verticales donde se ven restos de corrales. Son los apriscos de los Villares.
Salimos por el este hasta una sabina que se revuelca en el suelo. Rodeamos la roca y encontramos un arco que da paso a la hondonada. Más adelante enormes rocas ( “los guerreros”) y a pocos metros, cuevas en forma de ojal; la mayor la “Cueva del Polvorín”. Seguimos las rocas hasta una muralla de cinco metros de altura que nos lleva a un arco espectacular, entrada de un abrigo. Mas adelante tres enormes tochos verticales que anteceden a la ermita. Son los “guardianes de la virgen”.