¡Perritazos!
Después de muchas, muchas recomendaciones, me decidí a probar los perritos de Salinetas, para comprobar en primera persona si eran tan fantásticos y maravillosos como me los habían pintado. Con toda la razón, ¡me quito el sombrero!
El local está situado, como bien dice su nombre, en Salinetas, muy cerquita de la playa. Es muy chiquitito, sin mesas, tiene el espacio justo para esperar el pedido. Nos habían comentado que preguntáramos por las especialidades, aparte de lo que tienen expuesto en el cartel, ya que aquí encontramos los perritos más básicos. Con unos nombres bastante sugerentes, como el Coney Island o el Sweet Onion, nos decidimos por el nombre más morboso de todos: el Perry Mason. Una delicia de salsa barbacoa, salsa de queso cheddar, cebolla caramelizada, cebolla crujiente y jalapeños. ¡Sin olvidar la salchicha! Hmmmmmmmm...