ANADEL
Está en la callecita que sube desde la puerta de la catedral
Y es que este salón de té, tienda, y galería de arte no tiene desperdicio, hay que entrar a verla.
Tiene esos expositores hasta el techo de las tiendas añejas, y una trastienda con una cocina abierta para preparar algo de merendar.
Y es que hay deliciosas tartas caseras, tés de lugares del mundo lejanos, y cosas de lo más variopinto para además llevarte.
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