La Bella de Suiza
Es realmente hermosa. Una ciudad que enamora desde que se pone el pie en cualquiera de sus calles o de sus plazas; desde que se navega en su lago o se reza en sus iglesias, desde que se compra en sus mercados o se disfruta en sus galerías de arte.
Lucerna es Suiza. La ciudad, el lago, las montañas. Tiene todo lo que puedas esperar de una ciudad única e incluso ofrece más de lo que puedes imaginarte: la más rabiosa vanguardia, los museos, los teatros, el maravilloso y elegante barroco que se une a un renacimiento con un toque muy suizo, con una libertad artística que se ve aún hoy en día en cualquier fachada de la ciudad, en los escaparates de las tiendas, en la manera de vestir de sus gentes, plenas de elegancia y clase...
Lucerna es un casco histórico original, de fachadas esgrafiadas y pintadas, de altas iglesias barrocas, de mercados llenos de color, de rincones únicos.
Lucerna es el Lago de los Cuatro Cantones, donde los amaneceres y los atardeceres son únicos e irrepetibles, donde navegar es un placer de dioses.
Lucerna es la carta de presentación de Suiza, su preciosa y bella cara al mundo.


