Desorganización
La entrada fue haciendo cola, y con gente enfadada en los sillones de recepción esperando ser ubicados, y es que es un hotel demasiado grande y con problemas en su organización, se notó nada más entrar.
Es una suerte contar con la vecina y preciosa playa de cala Agulla a pocos metros, y con esas estupendas vistas desde la terraza (no desde nuestra habitación), eso es lo mejor y lo que salvó nuestra estancia en ese lugar.
Tras una espera de 14,20 a las 15,30h cosa que nos obligó a comer en la piscina, fuimos alojados en una habitación de cortesía, sin número en la puerta, ni tarjeta