Exquisito
Me moría de ganas por visitar esta pastelería, y este sábado puede ir y disfrutar de un maravilloso desayuno, que supero mis expectativas y las de mi acompañante.
Llegamos y estaba hasta arriba, ni una mesa libre pero como estaba decidida a desayunar allí me quede esperando, por una mesa. La espera fue corta una camarera amabilisima nos indico que en la planta baja tenían mesas, pero que si preferíamos en la planta calle debíamos esperar decidimos bajar y fue un acierto ya que teníamos, la parte baja para nosotros y pudimos disfrutar del desayuno en tranquilidad.
La decoración del local es muy chic y parisina, con mesas de madera de diferentes tamaños, sillas butacones y sofás distribuidos de una manera encantadora, todo es colores pastel y velas en las mesas.